miércoles, 18 de septiembre de 2013

Centros de ceremonia



El sitio del Chanal, seis kilómetros al norte de la ciudad de Colima fue la cabecera de uno de estos señoríos. La extensión y complejidad arquitectónica de este centro atestiguan la importancia que el Chanal debió tener.


El Chanal fue un asentamiento con caseríos dispersos alrededor de un centro ceremonial.

Tenía templos sobre pirámides, plazas y las casas del grupo gobernante. Asimismo había un mercado donde se intercambiaban productos procedentes de diversas regiones de Colima. Como sucedía en otros grupos en mesoamérica, los días de mercado coincidían con las

fiestas del lugar.


Llegaba gente de diferentes regiones para celebrar, comprar o vender mercancías, realizar matrimonios y otras actividades que debían ser sancionadas por una autoridad central, como la del sacerdote, que en muchas ocasiones, fungía como cacique principal.


Las reconstrucciones de de la vida y funciones de un centro ceremonial incluyen las imágenes que los mismos pobladores realizaban de sus casas y templos.

En este sentido el occidente de Mexico es particularmente rico en escenas y maquetas que nos indican cómo eran sus construcciones y de qué manera fueron utilizadas.

Costumbres




La tradición de las tumbas de Tiro, como se le denomina a esta cultura, se desarrollo en valles cercanos a los ríos, sobre los suelos de cenizas volcánicas, en terrenos donde era fácil excavar las tumbas sin peligro de que fueran a derrumbarse.


Uno de lo sitios más representativos de esta tradición es los Ortices cerca de la ciudad de Colima, donde se han descubierto numerosas tumbas desafortunadamente saqueadas. Ahora sólo quedan huecos vacíos, por lo que hemos perdido valiosa información acerca de los rituales que se llevaban a cabo cuando alguna persona era depositada en la tumba.



Para construir una tumba, primero se excavaba un hoyo de varios metros de profundidad que a veces contaba con escaleras a un lado de este pozo.


Se vaciaban una o más cámaras laterales donde eran colocados los muertos rodeados por numerosas y variadas ofrendas que incluían objetos de barro, basalto, concha y piedras semipreciosas. Frecuentemente las tumbas eran reutilizadas, quizás por el grupo familiar.



En mesoamérica este tipo de tumbas son exclusivas del occidente de Mexico, sin embargo existen construcciones parecidas en Colombia y Ecuador, a miles de kilómetros al sur. La gran similitud entre regiones tan distantes, sugiere algún tipo de contacto entre mesoamérica y Sudamérica a través de la zona costera del Océano Pacífico.

Manifestaciones culturales



Las vasijas funeraria son el rasgo más característico de esta tradición cuyas formas compuestas y sus representaciones de animales, evidencian ya un dominio pleno de las técnicas de alfarería. Las vasijas más típicas, consisten en ollas de doble o triple cuerpo globular decoradas por medio de incisiones o punzonados cuyos motivos más comunes son, la estrella de cuatro puntos y los triángulos decorados. La excelencia de su acabado presagia las obras de arte que caracterizan a Colima en la época siguiente. Las características originales de la cerámica Capacha se basa principalmente en dos tipos específicos. Por un lado está el modelo, al que se le conoce como Bule, cuya forma es la de dos vasijas globulares apiladas una sobre la otra. El otro tipo de cerámica también consiste en dos vasijas globulares puestas una sobre otra, con la diferencia de estar interconectadas por dos o tres tubos. Una forma semejante a la tradición ceramista con asas de estribo de América del Sur.

La cultura Capacha



Con el nombre de cultura Capacha se conoce un complejo arqueológico de Colima, en el Occidente de Mesoamérica. La cultura Capacha fue la primera con rasgos complejos que se desarrolló en la región, aproximadamente entre los años 2000 a. C. y 1200 a. C.




Fue estudiada y descubierta por Isabel Trusdell-Kelly, arqueóloga estadounidense que realizó excavaciones en la zona de Colima en el año de 1939. Las semejanzas entre las piezas de esta cultura y la cerámica contemporánea de la región de Ecuador apuntan a que hubo alguna relación muy temprana entre el Occidente de mesoamericano y las culturas andinas.


Capacha fue contemporánea de otros desarrollos culturales importantes de Mesoamérica, como El Opeño, en Michoacán, y la primera fase de Tlatilco, en el valle de México. La extensión geográfica de las piezas de cerámica Capacha abarca toda la costa del océano Pacífico, entre los estados mexicanos de Sinaloa, en el norte, y Guerrero, en el sur. Especialmente importantes son los entierros descubiertos por Gordon F. Ekholm en Guasave, Sinaloa.


Es poco lo que conocemos sobre la más antigua de las culturas sedentarias del occidente México, llamada tradición Capacha. Es posible que su origen se remonte a 3500 años y que su permanencia haya durado casi un milenio.